La geosmina, que en griego significa “aroma de la tierra” es la responsable del característico olor a tierra mojada que percibimos cuando llueve o cuando la tierra se moja.
Es una sustancia química producida por la bacteria Streptomyces coelicolor también conocida como bacteria de Albert.
Colonia de Streptomyces coelicolor
La importancia de esa bacteria es más de la que imaginamos, y traspasa la puramente sensorial del maravilloso olor. Es la fuente principal de muchos antibióticos.
Por otro lado, la geosmina es un alcohol, y un verdadero enemigo de los catadores de vino, ya que su característico aroma, enmascara las características de un buen vino, aportando un toque de humedad indeseado.
Cuando la uva ha sido atacada por alguno de los hongos filamentosos productores de geosmina, el vino puede también presentar aromas terrosos característicos de esta molécula.
La sustancia se libera con las primeras gotas de lluvia y es arrastrada por el viento a través de la humedad que contiene el aire.
Algunas cianobacterias que se hallan en el suelo, perceptibles típicamente cuando la tierra se humedece y ciertos hongos filamentosos, como Penicillium expansum también producen geosmina.
Ahora se puede reproducir artificialmente
La investigación de su genoma ha permitido determinar el gen productor de su característico aroma, el cual al ser manipulado experimentalmente y suprimido de la bacteria, se perdía.
Penicillium expansum
Ahora se puede reproducir artificialmente
La investigación de su genoma ha permitido determinar el gen productor de su característico aroma, el cual al ser manipulado experimentalmente y suprimido de la bacteria, se perdía.
Estas moléculas son importantes para los animales vertebrados que habitan el desierto, principalmente para los camélidos, quienes al percibir su olor pueden tener la seguridad de que encontraran en poco tiempo el elemento líquido.
Los nematodos y los insectos también se benefician de este elemento, pues al captarlo se dirigen hacia donde se halla la humedad.
Ciempiés
Lombriz de tierra
Los botánicos también han descubierto geosmina en flores de cactus y flores del amazonas, cuyos olores atraen a los insectos en busca de agua y de esta manera y accidentalmente polinizan la flor.
Colibrí polinizando flor de cactus
Abejorro polinizando una orquídea
Entonces ya saben, la próxima vez que alguien les diga… "¡que olor a tierra mojada!“, será la geosmina la que estarán percibiendo.
Fuente:http://www.cronicanorte.es
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