Hoy quiero presentarles una de mis enredaderas favoritas, se trata de la pasionaria, también conocida como flor de la pasión o Mburucuyá.
Passiflora, es el nombre dado por Carlos Linneo a este género de plantas, proviene del latín flos passionis que significa literalmente «flor del sufrimiento» o «flor de la pasión» en alusión a la Pasión de Cristo.
Existen varias leyendas populares acerca del origen de las pasionarias (Passiflora sp.). Una de ellas cuenta que Mburucuyá era una muchacha española que se había enamorado de un aborigen guaraní, con quien se veía a escondidas. El padre de la muchacha, un militar, jamás hubiese aceptado esa relación con un hereje enemigo y, por otro lado, ya había decidido que su hija debía casarse con un joven capitán español. Al enterarse de la relación de su hija, decidió asesinar al muchacho guaraní. Mburucuyá, presa del dolor, se hundió en el corazón una flecha de plumas, la cual quedó sobre su pecho como una flor y cayó sobre el cuerpo de su amado muerto. Tiempo después, en ese trágico sitio nació una planta nunca vista hasta entonces, la cual fue denominada mburucuyá.
La imaginación popular ve en la extraña flor de las pasionarias varios de los atributos que caracterizan el episodio de la pasión de Cristo. Así, se puede entrever la corona de espinas que le pusieron en la cabeza, los tres clavos con que fue fijado a la cruz, las cinco llagas que laceraron su cuerpo y las cuerdas con que lo ataron. El fruto pequeño y anaranjado, encierra unas semillas rojizas que se interpretan como las gotas de sangre coagulada que brotaron de las heridas del santo cuerpo.
Fuente: Wikipedia
El fruto de Mburucuya o pasiónaria es del tamaño de un limón, dulce y jugosa. En general, el interior de la pulpa es de color amarillo anaranjado y consistencia gelatinosa. Con sus frutos pueden ser preparados jugos, purés, mermeladas o jaleas. Además se le atribuyen numerosas propiedades medicinales, como por ejemplo el asma, las infecciones urinarias y principalmente es una planta especial para los nervios, pues los tranquiliza y proporciona un sueño tranquilo, sin perjudicar al organismo. Su efecto es curativo en melancolía,enfermedades de los nervios, palpitaciones, sensación de miedo, ataques de desesperación, falta de ánimo y de voluntad, abatimiento, tristeza, cansancio de la vida, pesimismo, malestar y mareos.
Así que ya sabes que esta maravillosa planta es muy eficaz para tratar y prevenir estas enfermedades. Podría ser una buena idea para hacer crecer tu propia planta de mburucuyá, para tomar ventaja de todas estas propiedades y disfrutar en cualquier momento de su deliciosa fruta y porque no de su maravillosa sombra.
Fuente: Wikipedia
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