El sábado anunciaban mejora del tiempo, y decidimos hacer un viajecito corto porque por estos lados, las nubes y el agua aparecen cuando menos te lo esperas.
Consultamos google maps y nos decantamos por bajar al pantano de Loiola, que desemboca en el río Castaños, pero pasando por las cimas que caen sobre la comarca del Gran Bilbao, para poder sacar lindas fotos.
Desde él ocasionalmente se suministra agua a los municipios de Baracaldo, Alonsotegui y Sestao siempre que sus niveles sean aptos para el consumo sustituyendo al embalse de Ullíbarri-Gamboa (habitual suministrador de agua potable a gran parte de Vizcaya y Álava.
Comenzamos la ruta en el consejo de Güeñes, el pequeño pueblo donde vivimos. Algún día les contaré los secretos de esta pequeña comarca que guarda gran encanto.
A eso de las 10 de la mañana iniciamos la aventura. Y les cuento que el sol nunca salió a saludarnos, estuvimos custodiados por unas enormes nubes grises que por suerte no desembocaron en lluvia.
La primera y mayor de las balsas de agua nos saluda, con la torre de comunicación del Mendibil (a donde me dirigiré) asomando al fondo.
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